Me imagino, que los que tenemos niños/as llevamos escuchando varias semanas continuamente la frase "eso lo quiero", o "me lo pido" ante el continuo bombardeo de anuncios de juguetes que nos ofrece la caja tonta.
Los que tengan una edad temprana todavía se les puede someter al manido "los reyes te están viendo" que es mano de santo para que se coman toda la fruta, se pongan la bufanda, recojan los juguetes y otras tantas cosas.
Como uno no tiene más remedio que abandonar el zapping en estos días para ver los anuncios me los trago todos y he visto uno que quiero comentar.
Hay un par de muñecos muy monos, aparentemente mellizos, que algún lumbreras le ha puesto los nombrecitos de Mila y Malo, un derroche de imaginación tremendo que parece ser que ha pasado inadvertido para una sociedad tan sensible con los malos tratos, de hecho creo que el apellido del muñeco en cuestión es Maltratador, es decir, se llama Malo Maltratador.
Esto puede parecer un pego o una simple casualidad, quizás el juguetero o juguetera, que nunca se sabe, pensó más en la esencia cacofonante de la expresión sin reparar en la riqueza semántica del vocablo malo, pero tengan ustedes en cuenta que si se les hubiera ocurrido llamarles Melo y Mala hubieramos tenido que soportar a doscientos politiquillos/as y miles de feministas haciéndo millones de declaraciones, concentraciones, quejas y protestas en la misma fábrica del juguetero/a acusandole de machista, déspota, y persona despreciable sin cavida en la sociedad.
Esto más que paridad es una parida.
