POWER BALANCE

Hoy, queridos amigos/as, después del parón del fin de semana, voy a hablaros de la pulserita dichosa, también llamada pulserita de los cojones.

La gente asegura que con su uso tienes más equilibrio, más elasticidad y mayor control de tu cuerpo. Algo parecido le ha pasado a un primo mío con el anillo de compromiso, ya que desde que se casó está más derecho que una vela.

Desde hace mucho tiempo hemos oido hablar de pulseras mágicas, aún recuerdo aquella con dos bolones de plata en las puntas que decían que era buena pal reuma y los dolores en general. Luego llegó la amarillita del Amstrong (o como se escriba, es que se me da muy mal el inglés), que esa no te hacía nada pero molaba. Y ahora la power balance.

El problema no es la pulsera en sí, lo que a mí me indigna es la cantidad de imitaciones casposas que salen al mercado, en el caso de la susodicha que hoy nos incumbe, las hay desde 2 euros hasta cerca de 50 euros, que yo me imagino que con la de dos euros te agachas y tocas el suelo con la punta de los dedos y con la de 50 tocas el suelo con los codos, por que si con las dos haces lo mismo...

Esto es cuestión de modas, que se van y luego vuelven, ahora se lleva la pulsera de la Sara Carbonero, que más de una se pondrá pensando más en Casillas que en Sara, la Power Balance comenzó en Gran Hermano, y es que parecer que basta que un famoso/a aunque sea casposo/a se ponga algo para que todo el mundo se lo cuelgue, no me extrañaría ver a gente con un cabestrillo puesto como el de sálvame.

Yo voy a probar a ponerme de pulsera la cuerda de un jamón, con jamón y todo, y seguro que por mucho que me empujen y me tiren de los brazos, yo guardo el equilibrio y no me quita el jamón ni perry. Ya verás como más de uno me imita.