Después de recoger a todos los santos, algunos pasados por agua, entramos en el mes de mayo. En Córdoba hemos desarrollado el arte y la gracia de coger una botella de vino a finales de abril para las cruces de mayo y no soltarla hasta primeros de junio en la feria de la Salud.
No crean ustedes que es fácil, por que hay que trabajar entremedias. Lo verdaderamente bonito es que no se te note la resaca ni en los ojos, aquí no usamos el vispring, ni en el bolsillo, como te pases de rumboso en las cruces invitando a las chatis en la feria te toca salir a ración de vista.
Yo creo que ya estoy preparado para disfrutarlo, el que se quiera apuntar que me llame, pero para invitarme él a mi, que está la cosa cortita. Esto es parte del arte para llegar con el bolsillo lleno a junio.
Vengan a Córdoba señores, que aquí dejamos entrar en las casetas, no como otros.....